Han sido demasiadas las veces a lo largo de mi vida. Las veces son, esas ocasiones en las que está a punto de pasar, pasa o no pasa algo, que luego recuerdas siempre. No sé ustedes, pero yo llevo un montón de veces ya.
Las veces no las puedes evitar, tú no lo sabes, pero ya están elegidas para ti y para todos los que están y los que no, cuando ocurren. Las veces son así, te eligen o no, a ti, tu no pintas nada y sin embargo, puede que lo ocupes todo.
Las veces que he estado a punto de darme la vuelta mientras me iba, las veces que te escuché, las que te grité, las que te mandé un mensaje kilométrico, las que me morí de risa, las que salí de mi portal para ir al trabajo y mi primera canción fue “Casiopea”. Las veces que quise una cosa que luego odié, las que trabajé incansablemente, las que sólo el dilema de abrir la nevera y tomar agua fría, me agotaban. Las veces.
Uno no está en disposición de controlar las veces, jamás. Llegan, pasan, te sorprenden, te destrozan, así son las veces. Las veces que fui en una ambulancia y me explicaron, que ponían la alarma, para llegar antes, no porque fuese una urgencia, las veces que siendo una urgencia total, tuve que esperar en esa cola interminable a ese baño en aquel concierto (estas últimas veces, suelen proporcionarte micro amistades íntimas, que duran para todo ese concierto, aunque tu hayas jurado, que son para toda la vida).
Las veces que aparezco y se alegra hasta el ambientador del bar, las veces que me cruzo con alguien que preferiría verme escrita en una lápida, las veces que despierto y soy yo, las que amanezco y pienso y… ¿Señora usted quién coño es?
Las veces que me crucé con alguien en problemas, las otras veces, que estando alguien en problemas, no los vi venir y no hice nada por cruzarme. Las veces son anarquía pura, tú, eres sólo un figurante de las veces.
Las veces que me siento vieja y sólo quiero estar sola, dormir y leer, las que me levanto y soy un “shot” de energía. Las veces que quiero escribir, las que sin querer escribo, las que queriendo no puedo, las que publico, las que no, las que digo…esta ya es la última destripada, que parezco Corín Tellado.
Las veces que quiero empezar de cero con todo y las que más vale detergente malo conocido, que bueno por conocer. Las veces en que intuiste y confirmaste, las que supiste y sin embargo, erraste. Hagas lo que hagas, deciden las veces, tú meramente participas.
Deja de luchar contra las veces y todas las veces en que pienses que no vale la pena, recuerda, todas esas en las que a nada de tirar la toalla, de repente, tenías un albornoz.
Foto: No se si saben, que un día, junto al mar, el alma y la canción se conocieron. Desde entonces las dos, vivieron más despacio, a pesar de su tiempo y de su espacio. Las veces que yo escucho canciones que no entiendo y las veces que si, como todas las veces, escapan a mi control, porque las canciones no hay que controlarlas, hay que digerirlas.
2 respuestas a “Los panes y las veces”
Precioso…tan breve y tan hermoso.
Muchas gracias por esa magia que transmites tan bien.
Gracias a ti por leerme y decirme cosas bonitas. Un abrazo grande!!